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Por Ximena Pereyra, naturópata

 

    Durante siglos muchas personas a lo largo y ancho del mundo han recogido algas marinas para usarlas como alimento. Chinos, irlandeses, canadienses, japoneses o nativos de América del sur son algunos de los pueblos que han consumido tradicionalmente vegetales marinos.

  Las algas son componentes importantes en la dieta. Están entre los alimentos más nutritivos del planeta. Estos vegetales marinos son una fuente de oligoelementos (elementos químicos que están presentes en los organismos vivos en una concentración muy baja) vitaminas y minerales. Además, las algas ayudan a eliminar los residuos que acumula el organismo: de lácteos, metales pesados, residuos de proteína animal, etc.

     Son un excelente depurativo, especialmente para eliminar grasas animales, para limpiar las arterias, para las acumulaciones en la matríz o para prevenir los miomas en los ovarios o la tendencia a desarrollar quistes, especialmente de gran tamaño, entre otras aplicaciones. Por ello, es muy recomendable tomar habitualmente una pequeña cantidad.

  Los vegetales marinos pueden ser bastante sabrosos cuando se añaden algas marinas a las sopas y platos de legumbres, o cuando se cuecen con verduras, tal y como se recomienda en las recetas, ya que acentúan el aroma de los otros ingredientes.

Vegetales marinos: la algas

Kombu: es originaria de Japón y es una de las más utilizadas. Destaca su alto contenido en yodo, que ayuda en el correcto funcionamiento de la glándula tiroides, y su alto contenido proteico con respecto a los vegetales habitualmente consumidos. Es un remineralizante de primer orden y por lo tanto tiene un importante efecto alcalino.

Wakame: de origen japonés, es rica en calcio, hierro, magnesio, manganeso y fósforo, vitaminas del grupo B, incluída la B12, y proteínas A y C. 

Es excelente para limpiar el sistema circulatorio. También es remineralizante y depurativa.

Hiziki: se desarrolla en los mares asiáticos. Es el alga más rica en calcio. Tiene, además, hierro, potasio, yodo y beta caroteno (precursor de la vitamina A). También aporta vitaminas del grupo B, fósforo y oligoelementos. Es sabrosa y salada.

Arame: proviene del Japón. Tiene un alto contenido de azúcar natural. De ahí su sabor dulce. Es rica en minerales, especialmente yodo, hierro y calcio. Favorece la circulación sanguínea. Es depurativa, especialmente para las mujeres, y sirve para eliminar residuos de la próstata, en los hombres.

Nori: si bien es originaria de Japón, hoy en día también se recolecta en España, Francia y China. Es muy rica en vitamina A. Es excelente para la piel y el cabello y para tratar cualquier problema cutáneo o de mucosas.

Agar agar: es un extracto blanco o semitransparente que se extrae de algunos tipos de algas rojas. Es un sustituto vegetal de la gelatina, y es un excelente espesante para las sopas, también se usa para la confección de postres, helados, conservas de frutas, y como un agente clarificante de la cerveza. Tiene un efecto lubricante, refrescante y laxante sobre el intestino por su alto contenido en fibra.

Tipos de algas marinas

Algas de agua dulce

Espirulina: es una fuente segura de proteínas, nutrientes, vitaminas y minerales que se ha utilizado durante siglos. Su proteína es compleja y de alto valor biológico (contiene 21 de los 23 aminoácidos y los 8 esenciales, destacándose el triptófano antidepresivo por excelencia. Posee también vitaminas A, B1, B2, B5, B6, ácido fólico, E y H. Destaca por ser la fuente natural más rica en B12. También tiene minerales como: hierro, magnesio , calcio, fósforo, manganeso, selenio, cromo, zinc, germanio y potasio). Resulta un complemento ideal en dietas vegetarianas estrictas.

Chorella: es conocida, sobre todo, por su capacidad para eliminar toxinas del cuerpo. Ayuda a desintoxicar el hígado, los intestinos y la sangre. Se ha utilizado para acelerar la eliminación de metales pesados. Es una fuente excepcional de proteínas, omega 3, hidratos de carbono, fibra, clorofila, vitaminas (más de 20 tipos, entre ellas: C, D, E, K1, K2, B3, B6, ácido fólico y, en especial, B12). También es rica en minerales como el calcio, el magnesio, el zinc, el hierro, el fósforo, el potasio y el manganeso.

Postre de frutas con agar agar

3 cucharadas de agar agar en polvo (8 gr.)

2 tazas de zumo de naranjas

1 manzana

1 pera

1 plátano

Algunas cerezas

3 albaricoques

Preparación

Cortar las frutas en cubitos pequeños. Mezclar el zumo de naranja con el agar agar y llevar a hervor revolviendo constantemente. Apagar el fuego un par de minutos después e incorporar las frutas troceadas. Poner la mezcla en moldes o en una fuente y dejar enfriar por al menos una hora y media.

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