A principios del siglo XX, René Quinton demostró científicamente los beneficios preventivos y terapéuticos del agua de mar para la salud.

 

    En su obra maestra, Agua de mar, medio orgánico, publicada en 1904, expuso las Leyes de la constancia térmica, osmótica y marina, llegando a la conclusión de que nuestro medio interno es, literalmente, agua de mar.

 

    Los elementos que hay en el agua de mar son los mismos que encontramos en nuestro medio interno, la única diferencia es la cantidad. El mar es cuatro veces más salado que nosotros, contiene alrededor de 36 gr de sales minerales por litro, mientras que el agua que llevamos adentro contiene 9 gr de sales. Cuando rebajamos el agua de mar con agua dulce y la llevamos a la isotonía (la misma concentración de sales que nuestra agua interna) preparamos plasma. Es decir, el agua de mar isotónica es idéntica a nuestro plasma sanguíneo.

 

    Como explica el libro El plasma de Quinton. Agua de mar, nuestro medio interno, René Quinton realizó sus primeros experimentos en animales. Comenzó con un perro al que desangró al límite y automáticamente le inyectó agua de mar isotónica logrando excelentes resultados. Demostró que el mejor suero es el agua de mar, ya que es el único que permite que los glóbulos blancos sobrevivan en ella.

 

    “La enfermedad que llevo conmigo es el amor a los seres humanos”. Una vez demostrado que el agua de mar es igual que nuestro plasma, le propusieron escribir libros y más teorías, a lo que él respondió: “No hay tiempo que perder, hay que salvar vidas”.

 

     Muchos pensaban que estaba loco, pero él llevó su deseo a la práctica abriendo dispensarios marinos en diferentes países, donde aplicó el plasma marino o agua de mar isotónica gratuitamente a miles de niños enfermos de tifus, cólera, tuberculosis y desnutrición, entre otras enfermedades, logrando un gran éxito, recuperando la salud de los niños gracias al agua de mar.

 

    Durante la primera guerra mundial, en la que él participó, realizaron transfusiones de sangre a los heridos con agua de mar. Quinton fue mundialmente conocido en el mundo de la biología, la medicina o la política. Dejó a la humanidad un legado de valor incalculable. Tras su muerte en 1925, los dispensarios fueron cerrando y su obra silenciada.

 

     Rene era contemporáneo de Pasteur, quien decía que había que desarrollar vacunas, antibióticos y otros medicamentos para matar la infinidad de virus y bacterias perjudiciales para el ser humano. Mientras, la postura de Quinton era que lo importante es que el medio interno esté en equilibrio para evitar que cualquier organismo lo pueda alterar, y aquí entra el agua de mar, que como decía el fisiólogo “le da a nuestras células la fortaleza que necesita para luchar y defenderse de todos”. Antes de morir Pasteur reconoció que Quinton tenía razón, aunque la medicina que se empezaba a desarrollar siguió la línea de Pasteur e ignoró a Quinton y toda su obra, en la que demostró, a través de la práctica, que el agua de mar es esencial para recuperar y mantener la salud.